LAS MIL Y UNA NOCHES CON MISSS BEAUTIFUL CAPITULO 6: EL RIO BORRACHO Marco A. Romero
Todo río engendra problemáticas y soluciones que las ciudades tendrán que resolver, cuando agua corre o no corre por las cuencas, y que la misma naturaleza del rio construye en sus decisiones de acarrear el líquido a través de millas y millas con el beneficio consecuente de la vida marina que trae consigo, porque la vida empieza por el agua, y el agua abre paso entre terrenos rocosos como en el Rio Colorado o en terrenos porosos como en el Rio San Antonio.
Se decía que el Río San Antonio andaba borracho cuando nació, y tuvo un origen noble, porque sus aguas eran puras hasta que un buen ciudadano dejó una botella abierta de tequila mexicana en los bordes del rio, y el tequila se derramó y lo demás, ya es historia.
El rio borracho iba caminando pandeado para la izquierda, y se daba cuenta de su borrachera cuatro o cinco cuadras abajo, y decide enmendar el camino regresando hacia arriba, otras cuatro o cinco cuadras para tomar la linea principal; después de nuevo hace la mismo, y la borrachera lo empujaba a hacer otra cuatro o cinco cuadras izquierda hacia abajo, y otras cuatro cinco cuadras derecha hacia arriba; y si piensa que ahí acabó el cuento, cuéntele otras dos veces más porque se fue haciendo “S” cuatro o cinco veces interconectadas de Norte a Sur, y ya se puede dar cuenta de la cruda que dejó a sus habitantes cuando despertaron para ver la despiadada realidad, con un camino serpenteando de Norte a Sur atravesando la ciudad, de tal forma que los habitantes de San Antonio construyeron decenas de puentes para solucionar el problema de la comunicación entre los habitantes de la ciudad.
Se dice que las fuertes multas de DWI fueron consecuencia de las traumáticas experiencias que el río borracho dejó en la ciudad, por que los los jueces en San Antonio aprendieron la lección e implementaron multas altísimas a alcohólicos, que alguno que otro ciudadano ha experimentado en años recientes, siendo testimonio de un acontecimiento natural.
No arrojar tequila en el Rio, fue el pronunciamiento de ciudadanos, tras la potencia etílica de una botella de tequila mexicana en el rio, para dar mas o menos idea de las consecuencias en ciudadanos que consuman el liquido fermentado -y semejante al Rio en su antigüo camino-serpentearan "S" en sus caminos de vuelta a casa.
Así que como los buenos amores que reconocen los malos procederes, pero se pone en la balanza los mas y los menos, decidimos amar el Rio; vimos sus bondades, vimos sus locuras al andar borracho e inundar casas y negocios y aun así lo amamos, y lo decidimos adoptar, y lo hicimos nuestro como parte de nuestra historia, y aprovechamos sus bienaventuranzas, y las malas -de inundaciones, corrientes alocadas, ahogados-, le pusimos soluciones, porque no todo era malo, ni negaríamos la belleza silvestre natural en bruto de las aguas, porque existían mayores beneficios con su linaje y reconocimiento, que con su negación y supresión.
Así nació el rio noble de San Antonio, y usamos sus aguas, e hicimos ajustes para compensar las malas, como todos buenos amores que deciden quedarse con los dos estados de su naturaleza, como buenos seres humanos entendidos del entorno entre sales y azucares, sequías e inundaciones, porque las dos eran buenas al extraer lo mejor de cada una: cuando no existe agua, cierra diques y compuertas para no dejar escapar; cuando existe demasiada agua, abre diques y compuertas para no inundar (la ciudad).
Sabiduría antigua en autoridades antiguas, que hacían más disertaciones en torno a solución de problemas, que levantar dedos medios, mostrando, orgullosamente, dedos al publico en cámaras congresionales como una gracia de niños que debiera ser aplaudidos por maravillosas conductas llenas de bondad y sabiduría, en planteamientos dignos de imitar.
Pero fuera de una historia mítica, y aunando las características geológicas del terreno, lo cierto es que el subsuelo y el terreno de San Antonio era poroso, tierra como arena, subsuelo que absorbe agua a su paso, que sería como colocar agua en arena, y observar lo que hace el agua al tocar la superficie, facilitando un capricho de la naturaleza al correr el agua “a como Dios le dé a entender” en free will, abriendo canales por doquier.
Asi pues, así nació el Rio San Antonio, pero hubo hombres con puño y fuerza que la misma naturaleza del Rio curtió al mostrar en sus conductas y caminos naturales, las pautas y los procedimientos de como enfrentar la vida para que la tierra produzca, ya sea en tierra rocosa o arenosa, porque se necesita horadar la tierra constantemente con el correr del vital liquido hasta que el suelo produzca un surco por donde caminar, porque la constancia del hombre, al igual que el agua, golpeando las superficies del subsuelo, expresan lo que dice la canción “caminante no hay camino, se hace camino al andar; golpe a golpe”….
El agua siempre encuentra una forma de ir alrededor de los materias que le impiden correr, y su permanencia y constancia para horadar superficies, cuentan la historia de las cuencas, como de los seres humanos al caminar sus caminos, porque los seres humanos tambien forjan caminos, forjan historias, y crean cuencas para contar a los descendientes de hijos de hijos, como en el Paseo del Rio en San Antonio Texas, que tiene una historia grande que contar de lo que es el teson en hombres para forjar futuros en generaciones venideras, y de las cuales gozan hoy, y si algo se puede decir de esos caminos, es que fueron hechos en conductas de amor en dedicación y esfuerzo, realizados por otros, pensando en ellos, para que ellos fueron los beneficiarios de un mejor futuro trabajado por ellos, para ellos, y posaran sus pies en un lindo caminar bajo el sol o la lluvia en ese paseo, aún hoy.
Estos esfuerzos constituyen las joyas que se fueron agregando a la ciudad, poco a poco, con tino, con esfuerzo, con gusto….
“Caminante no hay camino, se hace camino al andar”.